Parásitos: Introducción, índice y Credo Blavatsky
Definición muy básica de la palabra «Parásito»: Se trata de un organismo que se aprovecha de otro para vivir de arriba (como se dice vulgarmente) aprovechándose de su energía.
Cuando hablamos de parásitos no podemos restringir su ubicación al intestino, ya que los hay cuyas formas adultas viven en otros órganos como por ejemplo en los riñones o en el corazón, incluso muchos que viven en el aparato digestivo tienen un viaje larvario por todo el cuerpo que incluye un pasaje por el hígado y los pulmones y hasta un estado de latencia en los músculos por cierto tiempo.
Las pulgas, garrapatas y los ácaros de sarna también son parásitos, pero no nos ocuparemos aquí de los ectoparásitos.
Existen parásitos que se ven a simple vista y otros microscópicos, unos que comen la comida del perro o gato desde su intestino en el que viven y otros que comen su sangre y producen anemia.
Para los gastrointestinales es necesario realizar exámenes periódicos de materia fecal para descubrirlos y exterminarlos.
En este Blog habrá un texto para cada parásito con sus links correspondientes así que cabe aquí el lema: «En construcción.»
Ascaris: aquí
Ancylostoma: aquí
Trichuris: aquí
Dipylidium
Tenía echinococus
Difilobotrum y Spirometra: aquí
Toxoplasma: aquí
Coccidias: aquí
Giardias
Leishmania
Más…
Pero si le parecen interesantes los parásitos reales y mundanos, visibles y palpables ¿qué puede decirse de los Parásitos Astrales?
…por el torrente sanguíneo fluye el Prana o fluido vital que es el verdadero objetivo de los parásitos astrales, criaturas no humanas del plano astral. Son los tenebrosos espíritus vampiros (vampiros energéticos y emocionales.)
Hubo una señora rusa que nació en un lugar de la contemporánea Ucrania que se llamaba Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), en la misma época que vivió nuestro amigo Samuel Hahnemann.
H.P.B escribió sobre los Espíritus Vampiros y hoy día hay quienes creen que lo escrito por esta señora aún tiene sentido. No sabemos con qué técnicas o fármacos se mata este tipo de parásitos.
Estos espíritus absorben la energía del ser que atacan.
Hay que leer sus libros para encontrar la fórmula.
Aquí van algunas condiciones antes de sumergirse en tan profunda y luminosa lectura, 14 requisitos seleccionados para creerle a Madame H.P.B. o Credo Blavatsky:
1. Creer en fluidos áuricos. «El hipnotizador lanza su propio fluído áurico… a través del doble etérico sobre su paciente, así en caso de enfermedad, él puede regular las vibraciones irregulares del enfermo y compartir con él su propia fuerza vital aumentando así la vitalidad de este.» Madame Blavatsky. Este punto es importante porque vemos que, aunque su punto de enfoque mayor son las esferas de lo metafísico y los espíritus, también habla de las enfermedades y de los pacientes, o sea la medicina, pero con la Teoría vibracional.
2. Creer en Maestros Ascendidos que, aunque están muertos, están vivos y hablan con Blavatsky.
3. Creer en la telepatía como método de transmisión del conocimiento o en la aparición de cartas milagrosas que se trataría de la materialización de dicho mensaje, incluso la telepatía a larga distancia.
4. Creer en que ella puede enseñar sobre un mundo Oculto y que para ella no está nada oculto y que es una verdad inobjetable.
5. Creer en que una Verdad Universal y Absoluta existe.
6. Creer en los espíritus y en los poderes de los Médium para comunicarse con ellos.
7. Creer en superpoderes como el de ver el futuro que tienen los Videntes o Profetas.
8. Creer en una Fraternal Hermandad Universal dirigida por ella y seguidores, que con un mínimo de sentido común implicaría una amnesia colectiva descomunal, un desconocimiento absoluto de la realidad, de la naturaleza humana y de la historia universal y que sólo puede admitirse en la imaginación y en el arte pero que está completamente alejada de este mundo. (Imagine de Lennon, bien John, pero irreal)
9. Creer en la reencarnación
10. Creer en que ese mundo Oculto para los seres humanos normales es accesible a ciertos elegidos además de ella misma, pero haciendo inmersión profunda en sus textos.
11. Creer en la historia de sus viajes, todos esos viajes que según ella hizo en el siglo XIX, esos tiempos en que no existían los medios de comunicación y transporte de hoy día y la historia de los 7 años en el Tíbet y la desmaterialización y materialización de su maestro Morya.
12. Creerle a ella y a todos sus discípulos y seguidores que quitando aquí y agregando allá siguieron el esoterismo Teosoófico y esa sabiduría ancestral del Libro de Dzyan, según ella, «el Libro más antiguo de la historia», escrito en un idioma que sólo ella entiende, el Senzar, que fue el cimiento de su libro más conocido: «La Doctrina Secreta».
13. Creer en la historia de la creación del hombre y el cuento de las siete Razas fundamentales, la raza de los gigantes antropoides de Lemuria (la tercera raza) y sus sucesores, los atlantes sobrevivientes, con poderes psíquicos (pobladores de la Atlántida de Platón) derivaría la raza Aria. Blavatsky además creía lo contrario de las hipótesis de Darwin: que el hombre no viene del mono, sino que el mono ha sido creado por el hombre (?).
14. Creer que existe otra vía de conocimiento que el estudio, la experimentación y el llamado método científico para nuestra área de trabajo y es el conocimiento «revelado» que no sale de otro sitio más que de la fantasía y la imaginación.
Estos son sólo algunos de los conceptos que forman la parte medular de su Credo, tal cual una nueva religión como las que pretendió unificar.
El curioso emblema de la sociedad que fundó Blavatsy hace un matete con el Sello de Salomón de los judíos, una Cruz Ansata de los egipcios, una Svástica levógira, un Ouroboros y la palabra Om; un poquito de cada cosa.
Va todo mezclado y calentado con la chispa de misterio terminando en un caldo tibión, falaz y desabrido que se llama Teosofía.
Y aun así sedujo a reconocidos personajes como a Mondrian, a Kandinsky, a nuestro paisano Joaquín Torres García, a José ingenieros y al genio de Thomas Alva Edison entre otros.
No es excusa ampararse en que la Sra. fue una avanzada en su momento y quitar el contexto histórico a las conciencias despiertas de la época. Se puede poner en el extremo opuesto a quien fue un verdadero genio, utilizando el método científico, el espíritu crítico, con estudio y trabajo e intercambio con sus pares, dejando un legado notable para la humanidad y naciendo en el mismo entorno y en la misma época que Madame Blavatsky. Se trata de Dmitri Mendeléyev (1834-1907). Ver aquí. Son enfoques diametralmente opuestos de la realidad y en franca colisión.
Blavatsky pretendía englobar a la Ciencia y a las religiones en su nueva visión y es por decirlo de algún modo la mentora de esta clase de pensamiento mágico que hoy día fertiliza y hace crecer a cada pseudoterapia y pseudociencia que algunos llaman «no convencional» o alternativas y que son en realidad Parásitos de la Medicina.
Es inadmisible que en el misma Reglamentación del Colegio de Veterinarios del Uruguay refiera a la homeopatía como actividad aceptable para los profesionales confiriéndoles el caracter de supervisores.
Helena Petrovna Blavatsky murió de gripe en Londres en 1891.
Dr. Pablo Butler
Actualizado 2024
Adenda:
Parasitosis intestinales en Barros Blancos y Zoonosis: ver aquí