La curiosa relación entre los homeópatas uruguayos y el caso MARCET
Lo llamaremos caso MARCET porque uno recurre en este punto a un acrónimo para memorizar cierto número de palabras diferentes y que, a la vez, sus letras unifican una idea.
Hay quienes dividen a los homeópatas en dos clases: los que siguen el criterio de Hahnemann, inventor del tema y ya desde su origen afirmando que cuando se usa la homeopatía se deben excluir los tratamientos que ellos llaman alopatía (no puede utilizarse la homeopatía como terapia complementaria, sino que ésta excluye a todo lo demás) ver Parágrafo número 52, 259 y 273 del «Organon de la medicina».
Hahnemann utiliza un único remedio homeopático y solo uno para cada dolencia (unicismo) y los otros que usan varios remedios homeopáticos a la vez son los pluricistas.
Preferimos dejar a un lado esta clasificación básica y simple para pasar a una más compleja y descriptiva asociada a uno o varios homeópatas que la representan con sus obras correspondientes que delatan un enfoque diferente, incluso a veces en evidente conflicto y áspera contradicción unos con otros.
O sea que, cuando un veterinario uruguayo se autopercibe homeópata, debe elegir una de estas corrientes, si es que no crea una propia.
Hablamos entonces de los homeópatas uruguayos, pero como no podemos restringir el tema a tan minúscula población de estudio, en realidad nos referiremos a los homeópatas del mundo, sí del mundo, porque hasta el momento tampoco tenemos registro de ninguna publicación autóctona para ningún trastorno de salud en perros y gatos, por ejemplo, entonces estudiaremos su fuente bibliográfica mundial.
Repetimos que para mejor evocación es mejor un acrónimo y no he encontrado ninguno mejor que MARCET, pero con el detalle que son cinco corrientes de pensamiento y una característica o atributo que los nuclea a todos con la letra R en base al estudio de sus artículos o libros.
Comenzamos con la primera, la M de «Mesiánica», representada por Vithoulkas, que ni siquiera es médico, pero recibió una vez un diploma de homeópata en la India en 1966.
Compartiremos en otro apartado un texto que explica el porqué de esta corriente y la historia de Vithoulkas nos lleva al tema de la formación de un homeópata.
¿Qué Institución aprueba sus textos?, ¿cuáles si y cuáles no?, ¿se puede hacer la trasvasación interespecie automática de humanos a un hámster o a un loro, por ejemplo? (aclaramos que la inmensa mayoría de los textos del rubro están escritos para los síntomas de un ser humano), ¿existe alguna presentación en algún Congreso Internacional?
¿Quién avala a la Institución que da esos diplomas?
La A de «Amputativa».
Piensa en esta idea sencilla. Le amputo un dedo a un animal, lo trituro, lo macero, lo diluyo y lo dinamizo a la manera homeopática y eso se lleva a unas gotas o píldoras. Esta fórmula «dedilium» estimula o deprime la función del dedo de una persona que lo tiene dañado si toma esta preparación.
Esto se llama organoterapia y se hace con el hígado, el riñón o cualquier órgano que se le ocurra, partiendo de órganos una vaca o un chancho.
Hay un laboratorio mexicano que vende esto hoy en el siglo XXI y según se puede leer en su sitio web la concentración 4 CH estimula el órgano, la 7 CH lo equilibra (?) y la 9 CH lo frena o inhibe.
El Dr. francés León Vannier (1880-1963) es un representante de esta corriente agregando además a los cuatro miasmas de Hahnemann, el miasma cancerígeno y además recalca la utilidad de la iridología en la consulta homeopática.
Una derivación de la Amputativa es la subcorriente Excrecional representada por el Dr. Samuel Swan (1814-1893).
El más notable de sus inventos es el Medhorrinum, un preparado homeopático partiendo de excreciones purulentas de penes con gonorrea. (Ampliaremos en otro apartado sobre el Medhorrinum.)
Swan les llama Nosodes porque es mucho más lindo decir Nosodes que pensar de dónde viene lo que está tomando.
También con leche y el triturado de esputos de pacientes tuberculosos creó el Tuberculinum y la fórmula Syphilinum también es de su propia elaboración.
El reconocido homeópata K.T. Kent considera al «sistema de diluciones de Swan el fraude de la peor clase».
Dos frases de Swan:
«Un veneno causa una enfermedad a un individuo sano entonces ese veneno es inherente a los productos de dicha enfermedad y por lo tanto cura los síntomas similares en un individuo enfermo.»
«Un veneno morbífico curará la enfermedad que lo produce si se administra en alta potencia»
El trabajo del Dr. Swan con altas potencias continuó hasta que él mismo se envenenó al preparar una dilución con un barniz japonés, lo que lo llevó a la muerte en 1893.
La tercera corriente es la C, de «Cadavérica».
Un señor que se llamó W.H Schüssler, estudiaba las cenizas de cadáveres incinerados e inventó la teoría de que las enfermedades son por desequilibrios en la distribución de los minerales e identificó 12 sales diferentes de ese origen que homeopatizadas, él las utilizaba para restaurar el equilibrio perdido. Se llaman las Sales de Schüssler.
La corriente E es la corriente «Emocional» y es una de las más aceptadas hoy día por la escuela New Age y la que mejor lo representa es la de las Flores de Bach.
Justo en contraste con la anterior es suave y agradable la evocación mental de lo floral en oposición a lo cadavérico.
Aunque no es estrictamente homeopática su preparación, Edward Bach (1886-1936) era homeópata y toma de la escuela infinitesimal la idea de la naturaleza energética vibracional que imagina en el rocío matutino de las flores y que, según su teoría, la acción benéfica magnética cura las emociones negativas de los individuos.
Esta idea de curación energética es la que Hahnemann ya había esbozado como Mesmerismo (Parágrafo n°288) y Bach imagina como la vibración de la flor y su pasaje a la memoria del agua.
Aclaramos que nada tiene que ver Edward Bach con el Genio músico Johann Sebastian.
Esta misma acción magnética vibracional y aplicando el mismo principio de triturar, diluir y agitar (la racionalidad) lo vemos en el «Credo Blavatsky», ver ítem n°1 (aunque no fue homeópata) quien también hablaba de curar enfermos con ella.
La misma acción magnética y vibracional también la aplican esta idea y la llevan a las manos y la mente inventando una energía mágica llamándole Reiki, igual que otros le atribuyen a las Pirámides esta energía vibracional ancestral.
La última de las cinco corrientes es la corriente T, de «Teocrática».
Una medicina basada en una orientación o inspiración divina, guiada por principios dogmáticos religiosos no cuestionables.
Esta corriente está representada por el mismo Hahnemann. Hay varios parágrafos que especialmente le atribuyen a la Divinidad benéfica la homeopatía como un don divino (Ver el Organon de la medicina, Parágrafos 76 y 288).
Puede también incluirse en esta corriente a uno de los más influyentes homeópatas reconocidos por su famoso Repertorio, que aún hoy día es bibliografía de muchos, utilizada incluso por veterinarios con imaginación envidiable: James Tiller Kent.
Muy influido por las ideas del sueco Swedenborg, quien hablaba de su encuentro con Jesús y de sus visitas al Cielo y el infierno, incluso algo parecido a las abducciones por seres extraterrícolas.
58 casos veterinarios resueltos con homeopatía (ver aquí el influjo de Kent).
Podemos poner aquí en esta corriente al Sr. Dana Ullman de quién también ampliaremos con textos que lo explican mejor.
El acrónimo MARCET encierra a las 5 corrientes homeopáticas mundiales descritas, pero la letra R es un rasgo que comparten los homeópatas, todos ellos y si llegó hasta aquí compartirá con nosotros: R de «Rayados».
El tema podría culminar aquí, pero pensando en el futuro señalaremos que la rica tradición homeopática de originalidad nos lleva a señalar a dos homeópatas innovadores que, aunque no se hayan transformado en nuevas corrientes homeopáticas prometen hacerlo si encontraran adeptos:
Un homeópata argentino: J.S.M., que ha vendido sus fórmulas en nuestro país con dos ejemplos para poner arriba de la mesa: una fórmula antiparasitaria compuesta por parásitos triturados diluidos y dinamizados (no explica cuáles) y que según informa, su efecto es mantener una pequeña cantidad de parásitos en el huésped (considerando que muchos parásitos son zoonosis, opinamos que ir por este camino es irresponsable y peligroso)
Otra invención homeopática de este señor es una dilución infinitesimal de Ketamina con Tiopental Sódico para usar en el postoperatorio.
¡Tiembla la Cátedra de farmacología de la Udelar!
Estás dos fórmulas de encuentran en el Vademecum «Maralvet».
Por último, tomamos una frase de su sitio web que resume con claridad el alcance ético de la curación que vende:
«En la mayoría de los pacientes oncológicos solamente utilizamos homeopatía para el tratamiento del Cáncer»
Origen del Cáncer según el inventor de la Homeopatía: Parágrafo 80 del «Organon de la Medicina».
(No hemos encontrado nada similar en ningún material de estudio de Oncología Veterinaria).
El segundo ejemplo de homeópatas singulares es el más audaz de los homeópatas y podríamos llamarlo el Homeópata suicida, que recomienda para el Carbunco bacteriano alternar Arsénicum álbum y Antracinum y si no basta dar Tarántula cubensis y Lachesis, lavando con agua hervida con tintura de Caléndula (p.26) y para el tratamiento de un perro rabioso, dar Hidrofobinum cada hora, luego Tanacetum vulgare alternando con Scuellaria (p.77).
De «Manual de Veterinaria»
Homeopatía de Pedro Casas.
Como dice Osborne en el Kirk Bonagura XI: «Si la Homeopatía funciona, ¡que lo prueben!»
Dr. Pablo Butler
Actualizado 2024
Título alternativo para este texto:
Las 5 corrientes en la Homeopatía mundial y dos ejemplos de homeópatas novedosos.