Toxoplasmosis: silenciosa pero significativa

La Toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria que puede afectar a animales incluyendo al humano y que está relacionada a prácticas como el consumo de alimentos mal cocidos y el contacto con heces de gatos infectados. Los grupos vulnerables son las mujeres embarazadas y personas inmunosuprimidas por cualquier causa.
Retinitis y cicatriz de Toxoplasma

Toxoplasma gondii: Interesante análisis aquí.

Las pautas a seguir durante toda la gestación si la embarazada no tiene anticuerpos contra el Toxoplasma sobre todo a la hora de cocinar, son las siguientes:

*Lavarse las manos con jabón antes y después de toda manipulación de alimentos, sobre todo carne cruda.
*No tocarse los ojos, la nariz o la boca con las manos sucias.
*Lavar con agua caliente y jabón los mostradores de la cocina, tablas de cortar y todos los utensilios utilizados después de haber estado en contacto con carnes, aves y mariscos crudos.
*Evitar trabajos de jardinería por el contacto con la tierra, donde es posible que haya defecado un gato infectado.
*Utilizar guantes desechables si hay heridas en las manos para cocinar o entrar en contacto con otra posible fuente de exposición.
*Mantener la comida alejada de las moscas.
Medidas alimentarias:

Las embarazadas deben llevar una dieta especial y cuidar de su alimentación durante toda la gestación para el correcto desarrollo del bebé, pero también para evitar la toxoplasmosis.
A continuación, vamos a comentar algunas recomendaciones alimentarias:

*Congelar la carne unos días antes de cocinarla.
*Hacer la carne muy hecha, ya que el parásito toxoplasma muere a 72ºC.
*No comer carne curada en sal o ahumada, como el jamón o el salami. En una pizza al horno sí se pueden comer.
*No tomar embutidos que no hayan sido cocinados.
*No tomar leche ni huevos crudos.Beber agua embotellada.
*Lavar e higienizar bien frutas y verduras con productos aptos para la higiene alimentaria.

Medidas para gatos domésticos:

Convivir con gatos en el embarazo no está prohibido, aunque será necesario tener unos cuidados especiales.
En primer lugar, sería conveniente comprobar el estado de salud del gato con el veterinario. Si el gato está sano, es importante que a partir de ahora su alimentación sea exclusivamente a base de comida especial para gatos y asegurarse que no come carne cruda. Sería ideal que otra persona se encargue de la limpieza del gato, sobre todo de la caja de excrementos. Ésta debe vaciarse a diario porque los quistes del parásito en las heces son infecciosos a partir de las 24 horas. Es muy poco probable que el gato tenga parásitos en su pelo. No obstante, es conveniente lavarse las manos siempre después de jugar con él y sobre todo antes de manipular comida.
Por último, es importante evitar que el gato entre dentro de la cocina o del comedor en las horas de la comida si fuera posible.

Toxoplasmosis ocular aquí.
Toxoplasma en perros y gatos aquí

Adenda:

Relato titulado «Un gato en la cocina»

Un sujeto está en su casa, según relata y de repente, se encuentra con un gato en la cocina que resulta que no es el suyo (?).
Extraña situación.
Lo lleva en brazos a la veterinaria más cercana, entra de forma intempestiva y exige de manera prepotente que se le dé alojamiento hasta que aparezca su dueña.

Interrumpe de malos modos una consulta médica con planteos fuera del lugar y tono y en lugar de ocuparse de su problema, el gato desconocido, pretende de manera irresponsable pasárselo a otros intentando con sus bramidos hacer sentir culpables y malas personas a quienes no lo toman por propio o de prestado.

Se fotografió al gato y se solicitó el teléfono a la reclamante y se le ofrecieron los servicios médicos, si lo requiriera como ayuda y una caja para poder transportarlo mejor.

Con autoproclamado título de Influencer, amenazó arrogante con escrache en las redes tratando de hacer presión para dejarlo y adiós. Es una señora de la zona.

Involucró con sus gritos en esta grotesca situación a tres personas del equipo de trabajo hablando de mala manera y requiriendo atención contínua con sus reclamos mientras que el cliente que atendíamos esperaba incómodo y paciente la resolución de tan penosa situación.

Una clínica veterinaria no puede ocuparse de dar alojamiento ni transitorio ni definitivo a cada animal extraviado que las personas encuentran, ni atender las quejas y caprichos de un fulano que pone trabas a la comprensión.
Este mismo día un rato antes habíamos recibido otra consulta telefónica por un perro suelto en la calle y podemos decir que estas llamadas no son infrecuentes.

En un momento la susodicha llegó a regañar impertinente y de manera repetida al personal que la escuchaba en silencio:
-¿y vos?, ¿ porqué no me hablás?.

Un detalle no menor fue el mal intencionado y perverso argumento del amor por los animalitos que se invocó junto al pobre gato extraviado y a conveniencia propia, y que debería aniquilar toda razón y acción que no sea quedarnos nosotros con el gato de la desconocida y ocuparnos de él. Como si un psiquiatra tuviera que dejar la consulta en el hospital y de manera coaccionada ocuparse de la salud mental de un loco que deambula con delirios por la calle o como si alguien presionase a un dentista para que se ocupe de los arreglos de la boca de un pobre indigente y sea increpado para que se lo lleve a vivir a su casa con el argumento de la vocación.

Pusimos demasiado tiempo, energía y atención para escuchar a la señora, pero no conocemos al gato perdido y hasta podría ser de ella misma.
Un rato más tarde nos envió enojada un mensaje en el que nos dice que apareció el dueño(?).

(«Baby Reindeer» tiene algunos momentos parecidos a este suceso o por lo menos así lo vivimos nosotros.)

La casa se reservará el derecho de admisión.
Fin del relato.

Siete complementos que pueden resultarle interesantes y que aportan claridad en el disturbio:

1) Gran tema «Lucifer Sam». Ver sobre la vida del genial Syd Barrett: aquí.

2) Del cuento «El gato negro», de Edgar Allan Poe (1809-1849), aquí un fragmento del inicio: «Tuvimos pájaros, un pez rojo, un hermoso perro, conejos, un mono pequeño y un gato…»
Lea el relato completo aquí y encontrará una romántica evocación del amor por los animales y la siniestra transformación del protagonista.

3) Reivindicación de Horacio Quiroga por el profesor Jesús G.Maestro y el relato del escritor nacional «El almohadón de pluma». Análisis y comentarios.

4) No se alarme si tiene gatos pero existe una curiosa relación que se ha estudiado entre el Toxoplasma gondii y las enfermedades psiquiátricas.
Aquí va un artículo singular. Se trata de una revisión bibliográfica por S. García González (2023).

5) Las pinturas de Louis Wain, lea su historia. Conocido por sus pinturas de gatos.

6) Teoría de la Disonancia Cognitiva: León Festinger (1957).

7) Tema para el cierre: Confortable Numb. De Pink Floyd.

Aunque el título elegido para el relato, que fue cierto y hay testigos es: «Un gato en la cocina», considerando estos complementos bien podría llamarse: «Ramón y Cajal: de estrelladas y fusiformes averiadas».

Dr. Pablo Butler

La prepotencia y vulgaridad se quiere hacer dueña de las redes. Este texto quiere ser una alternativa frente a esto.

Actualizado 2024.

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