Mi gato no puede orinar (3)
Aclaración inicial: En el Blog se publicarán tres textos sobre el tema con contenido diverso, no repetido y enfocado a tres tipos de público:
(1) Nivel básico
(2) Personas con mayor interés en el tema.
(3) Para estudiantes, colegas y lectores curiosos.
Comenzamos con el número (3).
Si lo lee y lo comprende: ¡Genial!
El Síndrome de Pandora es un término que acuñó un veterinario en el 2011 para dar la idea de un gato que se presenta a la clínica con dificultades para orinar por causa diferente a infección en tracto urinario o «arenilla» y teniendo una cistitis estéril, el colega afirma que no tiene sólo eso sino un cúmulo de patologías asociadas y ocultas en varios aparatos o sistemas de su organismo. Algo así como la mítica Caja de Pandora que encerraba todos los males y la cistitis es sólo uno de ellos. Ver aquí.
Si para un estudio de movilidad urbana, por ejemplo, pongo a 10 ciegos a manejar cada uno un coche por la ciudad, tendré un 100% de accidentes con ese grupo poblacional. El tema es que los ciegos habitualmente no conducen. Tomemos este error de estudio para analizar el tema aquí propuesto.
Esta sola explicación demuele el edificio del llamado «Síndrome de Pandora».
En el Congreso Veterinario de Maldonado 2023, una de las charlas técnicas que una colega presentó fue éste Síndrome como una novedad, nombre que propuso el Dr. Buffington en el 2011 estudiando gatos en gravísima y crónica condición y con enfermedades acompañantes.
- Más de un aparato o sistema afectado de manera simultánea o precedente.
- Stress.
- Antecedentes de maltrato, abandono u orfandad en la etapa de gatito en crecimiento (conflicto social-emocional), así lo llamó.
- Mejoría del problema médico con la atención a las condiciones que generaron ese stress.
Luego de una hora de exposición sobre el tema no hubo una sola pregunta, comentario o aclaración y creo que el tema lo merece.
- Se citó una y otra vez una única fuente bibliográfica para este pretendido nuevo enfoque: el trabajo de Buffington del 2011 «Idiopatic cistitis in domestic cats: beyond de lower urinary tract» quien por primera vez propuso la denominación al síndrome y en el artículo explica el fenómeno buscando puntos en común con la Cistitis intersticial/Síndrome de vejiga dolorosa en el ser humano.
Una cita única y con más de una década de antigüedad en ésta área, es bastante pobre y claramente insuficiente para cimentar un cambio de paradigma. Llama además la atención el número de citas autorreferenciales en el artículo: ver en bibliografía 28 citas de Buffington citando a Buffington. Esto podría ser explicable por una vida dedicada al tema, lo cual es en realidad meritorio. - Todos sabemos que un gato no es un perro pequeño y que los felinos tienen sus particularidades que lo caracterizan. Podría decirse que es un animal instintivo que se deja domesticar pero mantiene muchas de las características de un animal no doméstico, valga la redundancia. ¿Cómo afecta el estrés entonces a un gato? De la misma manera que cualquier animal de zoológico se puede dar un síndrome de estrés que se trata nada menos que de una falta de adaptación al cautiverio, un gato que no se adapta a las condiciones de encierro en un apartamento y con pocos estímulos detona con cualquier agregado que lo desestabiliza. Sobre todo con tres problemas: en aparato urinario (CIF), en aparato digestivo y un problema de ansiedad que se manifiesta con trastornos de eliminación y/o con el patrón dermatológico la mayoría de las veces bilateral y simétrico por arrancado de los pelos y con algunos condimentos diferentes según cada gato.
- Hablar del criterio diagnóstico de las comorbilidades en un gato con cistitis idiopática es poner un tema agregado como si fuera algo raro, como si fuera una singularidad hallarlas. En realidad el estudio de comorbilidades y chequear el estado de salud general del gato tomando el paciente como un todo debe ser siempre la norma y una mirada sesgada con el enfoque estrictmente urinario es un error, más aún cuando se tiene en cuenta el tipo de pacientes escogidos para el estudio. Buffinton lo aclara pero la conferencista lo omitió.
- De los cuatro criterios simultáneos para el diagnóstico, uno de los necesarios es la historia de abandono, gato huérfano o maltrato animal, una especie de «Síndrome del pobrecito» o para decirlo de otro modo, una victimización del gato, como si el sufrimiento de chiquito dejara huellas imborrables en su biología y no pudiera superarlas. Como una predestinación evangelista o biológica por los padecimientos en su etapa de crecimiento, sin poder recuperarse con buenas condiciones de alojamiento, buen trato, cariño, buena nutrición, las medicinas apropiadas y la atención a las necesidades de un felino, igual que a cualquier gato. Conocemos muchos gatos con episodios de CIF que no han pasado en absoluto por esto.
- Esta historia de presuntos maltratos o abandono que marca el gatito como inicio de su problema según la expositora no coincide con la afirmación que realizó en otro momento de su charla de que el síndrome de Pandora lo tienen desde el nacimiento. Ya desde la sufrida preñez de la madre los gatitos nacen enfermos, por su conflicto emocional(?), incluso con menos capas celulares en las adrenales, con el Locus Coeruleus y el Núcleo paraventricular alterados(?), incluso con algunas de sus neuronas más largas(?). Resulta muy curioso además que se afirme categóricamente que los gatos afectados nacen con el problema por este conflicto social y emocional marcando en su histología y función regiones anatómicas tan complejas de explorar con estudios y comprobación y en categorías tan difíciles de estudiar como los gatitos recién nacidos. Faltó una enormidad de explicaciones de cómo se hace para estudiar el tan intrincado Locus Coeruleus de manera que los estudios sean confiables y repetibles en gatitos abandonados y la comparación con gatitos saludables no sufrientes y en un número suficiente de individuos para tomarlo como datos reales. ¿Cuántas biopsias de adrenales se han hecho para afirmar que hay menores capas celulares en tal zona de las glándulas adrenales?. ¿Fueron hallazgos de necropsia o biopsias en gatos vivos? ¿A qué edad se hicieron y con qué padecimientos?, etc. Creemos que se está amplificando de manera exagerada el tema de los conflictos emocionales en los gatos. La humanidad ha padecido hambre, miserias, guerras y ha salido adelante, ¿ y aquí se habla de los gatitos enfermos por los sufrimientos de la gata mamá? ¿No es esto un disparate?
- En un período largo de ejercicio de la profesión hemos atendido muchos casos de gatos con lo que podría denominarse cistitis idiopática y de todas las razas, también de gatos cruza. Muchos de raza persa y siamés; seguramente es la misma experiencia de tantos colegas, pero nunca hemos visto persas y siameses abandonados comiendo basura de las volquetas. De esta manera, uno de los criterios estrictos que se pide para el diagnóstico ya no se cumple. Buffington no habla de exclusión de razas pero no conocemos maltrato, orfandad y abandono en estas razas de gatos.
- Los otros criterios para el diagnóstico que se mencionan podría decirse que son «dos en uno»: el hecho de que haya un estrés y que la atención a las condiciones que originaron ese estrés promuevan la mejoría. No habría siquiera que explicar este asunto. Esta mejoría siempre sucederá. Hay que tener en cuenta que nunca nadie hace MEMo ( Multimodal Environment Modifications) como única medida. Siempre se toman varias medidas y no puede decirse que fue una u otra lo que produjo la curación sino todas en su conjunto. Parece una tontería explicarlo.
- Es muy fácil decirle a una persona que su gato tiene este Síndrome, que lo demostró un Dr. que sabe mucho más que nosotros, con casi treinta trabajos sobre el tema, que en realidad su gato lo tiene desde el nacimiento y que es una enfermedad incurable, como se afirmó en la charla. Ésto se dijo de manera categórica y consideramos que se trata de una manera cómoda de etiquetar el problema y justificar los fracasos en el manejo del enfermo o dicho de otro modo, una forma simple de cubrirse si algo sale mal con el gato o si repite el problema en un futuro. Sabemos que hay casos difíciles de solucionar pero no estamos de acuerdo con encare propuesto.
- Llama la atención que no se hizo mención a las consideraciones que hace Buffington acerca de los «Early life events»en cuanto a que estos hechos pueden conferir tanto susceptibilidad como reforzar resiliencia y no dar problemas, claro, así como tampoco el hecho de que para hablar de estos eventos adversos en el período neonatal se citan investigaciones en roedores y que para apoyar el hecho de que el eje neuroendocrino pituitario adrenal cumple un rol importante produciendo alteraciones que dejan huella en el tiempo, se citan ejemplos de seres humanos adultos que fueron abusados sexualmente de niños (ver bibliografía número 183 y 184 ), lo cual escapa bastante a la realidad de un gato con dificultades para orinar. Realmente estas citas parecen fuera de lugar. ¿No deberíamos ser un poco más prudentes en la trasvasación de conclusiones de estudios de una especie mamífera a otra?
- El mismo Buffington realiza una aclaración en el final del artículo que no se planteó en el congreso y que debería cambiar dramáticamente el enfoque del tema y hay que dejar constancia de esto. Ver «resumen y perspectivas» el texto dice lo siguiente: Esto es una hipótesis de trabajo y los datos relevados han sido obtenidos en un número pequeño de animales gravemente afectados reclutados debido a la gravedad de sus padecimientos y con comorbilidades de tal manera que fueron donados por sus dueños por no ser mascotas aceptables. Los estudios no se han replicado de manera independiente. Esto es algo muy importante y llama la atención cómo se pasó por alto a pesar de las advertencias del mismo Dr. Buffington.
Tomar una muestra pequeñísima y singular por sus características de un conjunto más amplio y sacar conclusiones como si fueran representativas y tomarlas como una verdad definitiva para ese conjunto mayor es un sesgo de interpretación estadístico importante. Podriamos llamarlo el problema de los ciegos chocadores. (Ver segundo párrafo del artículo luego del Abstract sino quiere leerlo completo, para confirmar esta particular selección de gatos estudiados con CIF)
Podemos agregar 3 item para el desarrollo que necesitarían ampliación:
¿Hay certeza absoluta de esto? Si hay alimentos desarrollados para el manejo dietario del padecimiento no puede decirse que la nutrición está por fuera del problema.
El desprendimiento de trozos de mucosa de la vejiga que se transforman en tapones que inducen a la obstrucción urinaria, ¿no constituyen un signo de grado menor de esta cistitis idiopática en muchos casos?
Y si asi fuera, no se hizo ni una sola mención a la uretrostomía como una forma quirúrgica definitiva de resolver los casos complicados en los que este problema se repite.
Esperamos que estos 10 puntos sirvan como una ampliación de la charla y se tomen como un aporte para reflexionar sobre el tema.
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fvets.2022.900847/full
Dr. Pablo Butler
Actualizado 2024