Ascaris, el parásito más frecuente

Los Ascaris son los parásitos más frecuentes en cachorros y gatitos pero este problema afecta también a individuos adultos. Desparasite cada 3 meses como rutina y si hay dudas se debe hacer un examen de materia para descubrir huevos de cualquier parásito intestinal que su perro o gato tenga.
Alien

Aquella criatura que salía de la barriga de uno de los tripulantes de la nave espacial en la película “Alien” bien podría servir para grabar el impacto que tienen algunos parásitos sobre la salud de quienes los padecen, considerando además que muchos parásitos que afectan al perro y al gato son zoonosis, es decir, enfermedades que nos pueden contagiar.
El Ascaris es como un indeseable pasajero oculto que viaja en la nave que es el huésped que aloja las formas adultas de ese parásito en el intestino.

Un relevamiento en parques y plazas de una ciudad argentina utilizada como modelo del riesgo sanitario, mostró que en un alto porcentaje las muestras examinadas, eran positivas a huevos de lombrices contagiosas el hombre y es altamente probable que en nuestra ciudad, la situación sea similar o más grave aún.

Los síntomas pueden variar desde no tener ninguno, hasta problemas respiratorios y digestivos serios.
Para el perro tan solo basta husmear la materia fecal en la calle o lo que queda de ella luego de alguna lluvia (nada visible), para que los huevos de estos parásitos ingresen a su cuerpo.
En el caso de los cachorros que no salen a la calle aún, la madre es quien se los transfiere.
Luego, el proceso simplificado es el siguiente: cada huevo contiene una larva que desde el intestino viaja por sangre, pasa por el hígado y el corazón la distribuye a todo el cuerpo, desde pulmones son expectoradas con algo de tos y tragadas para volver al tubo digestivo y transformarse ahora sí, en adultos capaces de reproducir el ciclo. A este proceso se le llama migración larvaria y estas formas juveniles pueden producir daño en cada órgano que visitan.
La larva migrante de los Ascaris afecta al hombre, pudiendo causar problemas en ojos (disminución de la agudeza visual), cuadros respiratorios asmatiformes y daño en el sistema nervioso, entre otros.
Los niños más pequeños (1-4 años) son los más afectados por el contacto estrecho con perros y gatos y el hábito de llevarse a la boca sustancias no comestibles.

Aquí está el ciclo biológico de los Áscaris que afectan al perro y al gato y son contagiosos para el ser humano.

No son necesarios supercañones y megabazucas como las de Sigourney Weaver para exterminar a estos pequeños aliens cotidianos.
Pueden detectarse sus huevos con los exámenes apropiados y es una medida sensata y conveniente mantener libre a su perro de estos molestos invasores, con una dosificación preventiva cada tres meses con las pastillas correspondientes.

Dr. Manuel Figueroa y Dr. Pablo Butler

Actualizado 2024

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