ViF, ViLeF y Linfoma en gatos
El linfoma en los gatos es el cáncer número uno en frecuencia, que en ocasiones se encuentra relacionado a virus inmunodepresores (Virus de la Inmunodeficiencia felina y el Virus de la Leucemia felina) y a veces sin relación con ellos.
Estos dos virus de los que hablamos pertenecen a la familia de los Retrovirus felinos.
La aparición de Linfoma en gatos de edades más jóvenes suele ser a causa del virus de la Leucemia felina que favorece la incidencia de tumores.
Hay datos que permiten afirmar que la exposición al humo del tabaco es un factor de riesgo que incrementa la incidencia de esta neoplasia por la acción de partículas inhaladas y otras depositadas en su pelo que al acicalarse son ingeridas. Incidencia y factores de riesgo del linfoma felino en la práctica de atención primaria en el Reino Unido.
El linfoma es el cáncer del sistema linfoide y como existen linfocitos y tejido linfático en toda la anatomía de un gato, puede afectar a casi cualquier órgano del cuerpo, pero el más frecuente es el que afecta al tracto gastrointestinal denominado en este caso linfoma alimentario.
Los síntomas más frecuentes para el linfoma de este tipo son una combinación variable de vómitos, diarrea, decaimiento, pérdida de peso y en ocasiones estreñimiento o presencia de sangre en la materia fecal.
Otros sitios comunes de origen y desarrollo son el mediastino (en el tórax), los riñones, linfoma espinal (en la columna vertebral), cutáneo, nasal y si afecta varios órganos se denomina multicéntrico, generalmente involucrando hígado y bazo.
Según el sitio de localización serán sus manifestaciones clínicas y una vez diagnosticado el tratamiento consiste en maximizar la calidad de vida durante el mayor tiempo posible.
La nutrición con alimento especial energético y sabroso y diferentes opciones de quimioterapia son la clave para el manejo del gato afectado.
ONC Care es un alimento especialmente diseñado para cumplir ese propósito.
Si un gato sale al exterior y ya se le han hecho los test para las enfermedades virales de las que hablamos y resulta negativas es una buena medida la vacunación contra el virus de la leucemia felina.
Sea cual sea la condición de salud actual de su gatito le recomendamos hacerle los test diagnósticos para Vif y Vilef, sobre todo si lo recogió de la calle, de un refugio o si sale a muros y azoteas donde comparte ambiente con otros gatos y puede contagiarse.
Cuando un gato se castra se puede aprovechar la condición de anestesia para hacer estos test sin el estrés de la sujeción y extracción de sangre.
Un test de ViF y ViLef que resulta negativo para ambos virus es una muy buena noticia.
Las enfermedades más comunes asociadas a la infección por ViLeF son:
Trastornos hematológicos (anemia mayormente no regenerativa, neutropenia y trombocitopenia).
Linfoma (los más comunes son los que afectan el mediastino en el tórax, el ojo y el multicéntrico.
Mielopatías con disfunción neurológica gradual y progresiva, vocalización y conducta anormal, hiperestesia y paresias con evolución a parálisis.
Las enfermedades comunes asociadas a la infección con VIF son:
Estomatitis de gravedad variable y a veces refractaria a los tratamientos.
Neoplasias malignas: la más común es el Linfoma, pero otras veces se han visto sarcomas o carcinomas.
Enfermedades oculares: Uveítis.
Enfermedades neurológicas centrales y periféricas que provocan conductas anormales, nistagmo, ataxia, convulsiones paresias y parálisis.
Alteraciones hematológicas como anemia y leucopenia.
Enfermedad renal.
Enfermedades secundarias comunes en gatos infectados por cualquiera de los dos retrovirus:
Enfermedades de impacto sistémico como Toxoplasmosis, Criptococosis, anemia por Mycoplasma haemofelis y PIF.
Gastrointestinales: estomatitis, gingivitis, parasitosis por protozoarios (coccidias, criptosporidium, infecciomes bacterianas por Salmonela, Campylobacter, diarreas crónicas.
Trastornos dermatológicos: tiñas y demodex.
Enfermedades respiratorias: infecciones crónicas en aparato respiratorio superior: rinosinusitis.
Problemas oculares como queratitis herpética, uveítis, corioretinitis.
Enfermedades de tracto urinario como cistitis bacterianas a repetición y pielonefritis.
Hay que pensar que el carácter inmunodepresor de estos dos virus hacen que un gato afectado por ellos, se enferme más seguido o se enferme con trastornos de salud que en un gato sano son infrecuentes.
De «El Gato, Medicina clínica y tratamiento» (Dra. Susan Little), capítulo sobre enfermedades infecciosas editado por Dra.Melisa Kennedy.
Dr. Manuel Figueroa y Dr. Pablo Butler
Actualizado 2024