Terapia Neural (I) Trileros de la salud

La Terapia Neural no tiene base científica ninguna y no se ha demostrado con evidencia de peso que sea efectiva para nada más que cazar incautos.
Trileros de la salud

Uno podría pensar que la TN no es más que una de estas nuevas terapias alternativas que aparecen por impulso del pensamiento mágico, apartadas de todo ensayo que las sustente, pero no es así. Veamos su aplicación en dermatologia veterinaria, algunos de los trabajos de difusión y la evaluación crítica de los mismos, etapa siempre necesaria para cualquier opción de tratamiento.

Terapia Neural y Dermatología veterinaria. ¿Mito o realidad?

Hay que escucharla.

La Terapia neural consiste en la inyección de Procaína (un anestésico local) en algunos puntos del cuerpo, pero no es, según quienes la promueven, el efecto anestésico lo que se busca, sino el de provocar un estímulo en ese sistema «termodinámico» de desorden transitorio para lograr la autoreparación(?). Lea la explicación en los materiales que referimos.
En esta charla que referimos en el hipervínculo, tres veterinarios exponen esta nueva modalidad de tratamiento de los casos dermatológicos, según ellos relatan, efectiva y aplicable para casi todos los casos.

Respecto a los puntos de inoculación, los mismos son sólo conocidos por aquellos «que van de la mano de los que ya lo están haciendo» (o sea, ellos. Así invitan a quien quiera sumarse a ésta nueva corriente).
A poco del comienzo de la disertación se hace una mención con menosprecio hacia «un conocido dermatólogo veterinario cuyo apellido comienza con la letra K».
Para quien no lo sepa, se refiere sin nombrarlo, al fallecido Dr. Roberto W. Kirk,  DVM, DACVIM, DACVD, que bien se defiende sólo, reconocido maestro inspirador de generaciones enteras de veterinarios, gracias a sus monumentales obras, pero poniéndose quien dirige la exposición, en un escalón por encima de Kirk, en la evolución de la medicina veterinaria, por así decirlo, hablando del nuevo paradigma y de la importancia que tiene prestar atención a la historia de vida del perro, porque parece que los tontos veterinarios que ejercemos la medicina real, sólo ven enfermedades y no al enfermo y que sólo él, es decir, el disertante, se da cuenta de que algunas dermopatías son expresión de desórdenes internos. Toda una revelación.

Personalmente he aprendido mucho con el doctor Kirk y su impacto tanto en el desarrollo de la medicina interna, como sus aportes en el campo de la  dermatología, lo convierten en una figura destacadísima a nivel mundial.

Siguiendo con el tema, para demostrar lo efectivo que son sus tratamientos con procaína, no cita ni una sola bibliografía, no fundamenta su uso en animales, no se menciona ningún trabajo de investigación independiente sobre el mismo, pero se reconoce que hasta el 2007 no había una sola mención en medicina veterinaria y afirma que él es el iniciador del tema, ¡en el mundo!
Como prueba, presenta unos pocos casos dermatológicos resueltos, (según entiende él, por las bondades de su intervención con TN), en general todos mal atendidos previamente, sin exámenes diagnósticos en la mayoría de ellos y con tratamientos equivocados antes de su intervención holística, lo que habla mucho más del pésimo nivel de atención previa y del camino habitual hacia la curación espontánea que tienen muchas enfermedades, pero atribuida  su mejoría, a su intervención con Terapia Neural.

Como ejemplos:
Un caso de dermatitis aguda húmeda (una pseudopiodermia que resuelve con la higiene local, la aplicación simple de un  antiséptico y un antipruriginoso y sin antibióticos).

Un caso de seborrea y prurito (muchos casos de este tipo se solucionan unicamente con baños con el champú adecuado)

Un absceso en una mama (que lo presenta como un carcinoma inflamatorio) y que resuelve al drenar de manera espontánea el pus.

Un caso de alopecia psicógena (con enriquecimiento ambiental y mayor atención, cambia la actitud del gato)

Una herida en un miembro (toda herida normalmente tiende a la reparación espontánea sino hay complicaciones)

Un caso de alopecia no pruriginosa en un Boxer, (sin hacer ningún examen y sin siquiera sugerir diagnósticos diferenciales posibles). No se le ocurrió que en una alopecia estacional o cíclica del flanco, el pelo le crece sólo, no por la Procaína, sino a pesar de ella.

«… para ser sinceros, en realidad, las enfermedades me importan muy poco… «, dice el expositor.(Un genio)
En la charla se dicen no más que un montón de obviedades, mezcladas con los comentarios de correcciones del entorno, que cualquier ser humano con sentido común naturalmente las plantearía.

En otros sitios donde se difunde ésta terapia, se cita como bibliografía de apoyo, a literatura sobre fractales(?), artículos sobre el comportamiento de las partículas a nivel subatómico, es decir, de física cuántica, (algo que también hacen los homeópatas) y sobre teoría del caos(?) ; todos temas que la ortodoxia «alópata» con su pensamiento simple, lineal y mecanicista, ignora.

Algunos le llaman a los argumentos testimoniales, el «amimefuncionismo», y esto parece ser lo que sostiene a esta terapia alternativa, como a todas. Sino fuera así, tendríamos a la comunidad científica aprobando el tratamiento con procaína para éstas patologías.

Basar los tratamientos en la fe, sin fundamento científico de peso, no puede ser la forma de encarar la medicina. No se trata de apertura mental o cierre de nuestro cerebro a nuevas cosmovisiones. No es esto tampoco un fundamentalismo contra lo diferente.
Lo que se demuestra que es efectivo, se incorpora con la evidencia que lo prueba y pasa a formar parte de las herramientas de la medicina; la única que existe. Todo lo demás fuera de ese círculo queda en la periferia de fantasía.

Opino que la neutralidad no es una opción. La promoción de absurdos promueve la ignorancia, es irresponsable y puede resultar peligrosa para nuestros pacientes.

Por otra parte, eso sí, sorprende la espectacularidad de respuesta con cura total, casi milagrosa de los casos que se relata que trataron de sarna demodéctica con procaína.
Sería interesante hacerles llegar la información sobre esta nueva opción a los colegas que formaron el Grupo Internacional de especialistas en demodex, que todavía ignoran (o por lo menos hasta el 2011 desconocían el efecto de la TN contra el mismo). Nos referimos a  Mueller, Bensignor, Ferrer, Holm, Lemarie, Paradis y Shipstone , autores de la «Guía clínica práctica 2011: Tratamientos de demodex en perros». Resulta curioso que nada se menciona allí de esta opción tan rápida y eficaz.

No podemos tener el ojo crítico para cada fármaco nuevo que sale y el ojo dormido para las terapias esotéricas, pero no dejemos afuera a ésta si es que realmente funciona el despeje de «los campos interferentes»(?) contra el Demodex canis, el injaii y el cornei.
Siguiendo con la charla sobre la procaína, al final del espacio para preguntas de esta disertación, un colega pregunta sobre enfermedades inmunomediadas y los disertantes le contestan: «para mí, las enfermedades inmunomediadas no existen, son sólo expresión de desórdenes internos… » (Minuto 46 31). Con los conocimientos básicos de Inmunología que tenemos los profesionales veterinarios, no puede aceptarse una respuesta como ésta. Es una verguenza.
El argumento de la conspiración de los laboratorios para impedir la enseñanza de este «Nuevo Paradigma» es muy infantil y es ponerse en situación ficticia de víctima luchadora que no se rinde. Por otra parte, ¿quién sería el Docente Mayor, el Catedrático, el Tutor de todo el alumnado y quien obtendría el mayor beneficio si se le abriera la posibilidad a que se enseñara esta chantada en las universidades? Él mismo, claro.

Para terminar, agregamos que no puede decirse que ésta conducta sea inocua.
No es inocua (1) Ver aquí

Problemas posibles (2) Ver aquí

No se deje engañar (3) Ver aquí

Un debate sobre la fe termina así: el que quiere creer, que lo haga, pero esto no tiene nada de técnico.

Prestemos atención a las palabras del inventor de la Homeopatía:
«No hay más que dos métodos principales de curación: el uno, basado solamente en la observación estricta de la naturaleza, en los experimentos cuidadosos y en la experiencia pura, el homeopático (nunca antes de mí usado intencionalmente ) y un segundo método que no actúa así, el heteropático o alopático. El uno se opone al otro y sólo el que no conoce ambos, puede sostener el error que alguna vez pueden aproximarse, o aún unirse, o cometer el ridículo de practicar una vez homeopáticamente y otra alopáticamente, de acuerdo con el gusto del paciente; práctica que debería llamarse traición criminal contra la Divina Homeopatía.»
Samuel Hanhemann (1755-1843) Párrafo 52, del «Organon de la Medicina».

Es una aberración y algo que destruye el sentido común, que en el propio Reglamento del Colegio de Veterinarios del Uruguay, Decreto 389/018, de la Ley 19.258, se establezca como potestad del veterinario, la práctica de la homeopatía y la supervisión de las terapias alternativas, así, genéricamente lo dice. Y este Decreto pasó por la revisión de TODAS las autoridades que tienen que ver con la formación profesional y su ejercicio. Una vergüenza nacional lamentable que exige ser rectificado y corregido el error.

Dr. Pablo Butler

Actualizado 2025

Servicios

Lun. a Vier. de 9 a 20 hs.
Sáb. de 9 a 18 hs.

Eduardo Acevedo 1203
esquina Constituyente

URGENCIAS:
099 630 238