Carta del Creador a un hombre con su perro enfermo

La siguiente es una comunicación del Señor Todopoderoso a un ser humano que ora por su perro enfermo. Está basado en el contenido de las sagradas escrituras. Que el lector no se ofenda por esta licencia literaria y que sea tan grande su devoto amor al Creador como su apertura, su sentido del humor y su capacidad para la aceptación de puntos de vista diferentes. (También aplica al gato con problemas, por supuesto)
Querido hijo mío, te hablaré sin intermediarios y con el cariño que un humano que se ha extraviado merece, porque has tocado mi puerta de manera un tanto insistente con tus problemas.
Dengue, Zica o Chicungunya; Leptospira, Leishmaniasis o cualquier otra.
Sé que un trastorno de salud te preocupa.
Sea en tu persona o de otro mamífero que te importe, puede ser por tu perro o también el de un pariente, por un loro o un hamster si quieres; si es eso lo que perturba tu paz interior, abre bien tus oídos y escucha esto con la atención que le debes a tu Creador.
Seré sincero contigo y te diré lo que es importante para mi.
¿Qué ha sucedido en tu vida que no te acuerdas ya de mí?
Tú que te has convertido en un hombre que pone todo en cuestión, te daré motivos racionales y contundentes de manera que a partir de hoy, me respetes con la devoción y el servicio que merezco antes que nada como te lo pido en el libro. Analizémoslo juntos. Vayamos por partes.
Olvídate del Viejo Testamento, allí sobran las pruebas de mi poder. Sé que he aniquilado a pueblos enteros y me ha complacido el exterminio de pueblos que no me han honrado como merezco, pero, ¿para qué me sirve ser omnipotente si de vez en cuando no hago alguna pruebita con mis vasallos?
Eso sólo es para que el pueblo obedezca y se consagre a través del miedo a la idea de que soy uno solo y no muchos.
¿Qué sería de la humanidad, perdida, adorando uno al dios del agua, otro al del fuego, otro el de la poesía o la música? Un caos.
Ignora el Apocalipsis.
Es la misma idea de inculcar temor y sumisión porque yo vigilo a cada uno hasta el final y aún después del fin de su existencia. Sino fuera así, no tendría el control sobre sus vidas.
Queda poco más que cuatro libros que relatan de manera más o menos igual, la historia de mi vida en la tierra.
Deja a un lado todo lo referido al comportamiento individual y la cháchara del pórtate bien y tendrás esto y lo otro, etc.
Eso se enseña de padres a hijos y al final, ellos hacen lo que quieren. Sino ¿para qué les concedí el libre albedrío?
Quitemos el sufrimiento en la cruz. Soy un mártir más de millones en la historia. A propósito, ¿Por qué llevar colgado haciendo alarde en su cuello, por ejemplo, una silla de pinchos o cualquier otro elemento de tortura? Prefiero el símbolo del pez que fue el original y me representa mejor.
Omite también el ámense y quiéranse mucho. Eso es todo lo que quiere un ser humano normal.
¿Qué me hace grandioso y único y por lo cual debes postrarte ante mi, el Señor Todopoderoso?
¿No te das cuenta ?
Son las curaciones que ustedes llaman milagrosas.
¡Tontos y atrasados humanos! Esto es lo que me hace especial, esta es la prueba que necesitaban.
Te las recordaré, si tu memoria te falla.
Jesús baja la fiebre.
Deja a un lado los antipiréticos que ustedes fabrican que dañan al estómago. ¿Dónde estabas tú cuando yo hice brotar el Sauce del que sacaron la aspirineta?
Yo bajo la fiebre sin pastillitas y sin medirla siquiera.
Jesús endereza columnas.
Xifosis, lordosis, escoliosis.
Los traumatólogos tienen poco para esto. Explican que es un trastorno del eje torcido, que una mala postura, que es de nacimiento, etcétera. Tan solo excusas. No pueden arreglarla.
¡Qué me hablan de manejo de energía y de los chakras! ¿Quieren medicina alternativa? Jesús maestro de reiki. Yo curo por imposición de manos y aún más, lo hago a distancia.
Pregúntenle sino al hijo del centurión.
Jesús cura a una mujer luego de doce años de sufrimiento, de médico en médico, por un trastorno de flujo de sangre contínuo. La hemorroísa. Llama a éste capítulo «Jesús hematólogo y ginecólogo».
¿Porqué no la curé antes? Porque yo no tengo que darle explicaciones a nadie. Podría decir que el número doce es especial para mí, me gusta, por eso elegí doce adeptos. ¿Eso también está mal?
Oye amigo mio, no te metas con Jesucristo o te atendrás a las consecuencias.
Escúchame, la lista es larga, no he terminado aún.
Jesús neurólogo y fisioterapeuta.
Yo devuelvo el movimiento a una mano paralizada, curo la epilepsia y hago caminar a los paralíticos.
Jesús oftalmólogo.
¿Qué te parece devolverle la vista a ciegos sin usar medicamentos y operaciones complicadas? Sólo con saliva.
Yo revivo muertos si se me place, de modo que sino lo hago con todos los otros es porque los quiero bien muertos.
Y no es necesario que me repitan continuamente hágase tu voluntad en la tierra, porque siempre se hace la mía. No lo olvides.
También tengo días en que hago de psiquiatra. Todos esos poseídos no son más que esquizofrénicos. Ustedes no pueden controlarlos. Yo les saco los demonios de adentro.
¿Una consulta con fonoaudiólogo? Jesús cura mudos también.
¿Un hidrópico? Ustedes especularán que era un cirrótico con ascitis o un hombre con una insuficiencia cardíaca o un tumor en abdomen. ¿Qué más da?
Hago trabajos de gastroenterólogo especialista en hígado, de cardiólogo y médico oncólogo a la vez.
¿No es suficiente para ti? Atiéndeme bien.
Sin tomar muestras, sin tinción Ácido Alcohol Resistente, sin biopsias ni antibióticos: Jesús bacteriólogo y antiséptico exterminador al instante del Mycobacterium leprae.
Dejo para ustedes el tratamiento para la Lepra que les indiqué en el libro que ustedes llaman Levítico.
Es infalible aunque lleve algo más de tiempo.
Una lista con estas curas médicas milagrosas, que son todas las que se cuentan en las sagradas escrituras igualmente limitan tu corta visión acerca de mi potencia ilimitada sobre la salud de los humanos y sus mascotas cuando éstas se enferman.
Un Creador egoísta y miserable se guardaría sus poderes curativos para uso exclusivo; por el contrario, Yo les prometí que «sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán».
Sólo un ser humano incapaz que no ha orado lo suficiente no lo consigue como Yo lo hago.
Hijo mío querido, no puedo hacer por ti más que, enviarte una bendición y frente a un quebranto de salud, entrégate como lo hizo Job, mi servidor.
Si exterminé a la humanidad entera en los tiempos de Noé, ¿porqué no habría de hacerlo contigo o con tu perro o gato?
¡Obedéceme!. Sino lo haces, no digas que no te lo advertí!
Mi mensaje final es: olvídate de todo lo que te dije y no creas en salvadores milagrosos, te estaba embromando, ve a tu veterinaria de confianza para que le hagan un real diagnóstico y le traten y te ayuden hasta el último de sus días y yo les apoyaré de corazón.
Están allí porque Yo lo quiero.
Luego les estaré esperando y fuera de toda broma, te doy una buena noticia: SÍ HAY CIELO PARA PERROS. Allí te encontrarás con él y con todo lo que les gusta, te lo prometo.
Tu Creador.
Hacer énfasis en el Dios enojado y vengativo del Antiguo testamento y la promesa de un lago de fuego y azufre para los mentirosos y hechiceros del Apocalipsis es utilizar el miedo para manipular a la gente como lo han hecho tantos en la historia de la humanidad.
El Nuevo Testamento tiene un mensaje un poco más fraterno y esperanzador que hace de balance y contrapeso con todo lo anterior.
¿Qué tiene que ver esto con la medicina veterinaria? Aquí, un mensajero del Señor nos da la clave.
Sobre los gatos, aquí
Sobre los milagros, aquí
Acerca del rencor y el perdón: cuando el Señor dice ¡Basta!
Adenda helénico y otro:
Los griegos también tienen su Génesis ( Teogonía de Hesíodo), historias de los pueblos antiguos, batallas cinematográficamente narradas (Ilíada), tragedias magistrales ( todas las de Esquilo, Sófocles y Eurípides), relatos tribales fantásticos de los hombres, héroes y villanos, sacrificios a dioses, calamidades y pestes, cólera y venganza divina, elogios al vino (Odisea), profecías y oráculos ( Tiresias, Calcas y numerosas profetizas mujeres), etc.
Si agregamos a esta ficticia «Biblia» helénica el humor y la ironía de Aristófanes, se puede hacer una compilación sagrada tan meritoria como la que se considera Biblia verdadera.
Los milagros son su mayor originalidad, aunque hay quienes con Él compiten.
El libro «Los milagros de San Vicente Ferrer», contiene 129 milagros de los 642 que recopiló fray Lorenzo García Sempere en su libro de 1913.
Primera parte, aquí: 892 fueron los que lo llevaron a la canonización católica.
Segunda parte, aquí.
Le lleva unos cuantos milagros de ventaja al propio Jesucristo el Santo domínico de Valencia, San Vicente Ferrer (1350-1419).
Aquí hay otro que habla de resurrecciones y poderes milagrosos:
(Samuel Hahnemann)
«Creo necesario hablar también aquí del magnetismo animal, como es nombrado, o
más bien Mesmerismo (como debería llamarse por consideración a Mesmer su
fundador) que difiere mucho por su naturaleza de todos los otros agentes
terapéuticos. Esta fuerza curativa, con frecuencia negada y desdeñada tan
estúpidamente por una censura, obra de diferentes maneras. Es un don maravilloso e
inapreciable concedido por Dios al género humano por cuyo medio la voluntad
enérgica de una persona bien intencionada ejerciéndose sobre un enfermo por
contacto o sin él y aún a cierta distancia, puede transmitir dinámicamente a otra
persona, la energía vital del magnetizador dotado de este poder (de la misma manera
que uno de los polos de una poderosa varilla imantada lo hace sobre una barra de
acero).
Obra en parte restituyendo al organismo del enfermo su fuerza vital que es deficiente
en algún punto; en parte también, en lugares en que la fuerza vital está acumulada en
exceso y provoca desórdenes nerviosos, la separa, la disminuye y la distribuye
uniformemente. Extingue en general el estado morboso del principio vital del paciente,
y sustituye en su lugar la fuerza poderosa normal del magnetizador, como en los
casos de curación de úlceras antiguas, amaurosis, parálisis parcial, etc. A esta clase
pertenecen muchas de esas curaciones rápidas y evidentes realizadas por
magnetizadores dotados de gran poder natural. El efecto más brillante de la
transmisión del poder humano a todo el organismo, se ve en los casos de
resurrección de personas que han permanecido algún tiempo en un estado de muerte
aparente, por la voluntad muy poderosa y afín de un hombre dotado de gran energía
vital(*). De esta clase de resurrecciones la historia refiere muchos ejemplos
innegables.
El magnetizador de uno u otro sexo, capaz al mismo tiempo de un entusiasmo
bondadoso (aunque degenere en intolerancia, fanatismo, misticismo o sueños
filantrópicos), podrá, a veces, realizar milagros aparentes si estuviese en absoluto
dotado de fuerza suficiente para el cumplimiento abnegado y filantrópico de dirigir y al
mismo tiempo de concentrar el poder de su voluntad imperativa sobre el sujeto que
necesita su ayuda.» Parágrafo 288 del Organon de la medicina de Samuel Hahnemann
(*)Este es el comentario que hace sobre la llamada «energía vital» quien prologa esta versión del Organon de la Medicina, de Samuel Hahnemann, William Boericke, San Francisco, Diciembre 1921.
Especialmente una de tales personas ( se refiere a los llamados magnetizadores) de las que no hay muchas, quien, además de una gran bondad y poder físico perfecto, no posea sino un
deseo muy moderado por las relaciones sexuales, por consiguiente no le ocasionará gran molestia suprimirlas por completo; de manea que todo
el fluido vital más delicado que debería emplearse en la preparación del semen, está listo para ser transmitido a otros por contacto y por deseo
poderoso de la voluntad. Algunos magnetizadores de gran poder a quienes he conocido, todos tenían este carácter peculiar.
Estas son las resurrecciones falsas de Hahnemann, como todo lo suyo.
Mejor conocer las verdaderas de San Vicente Ferrer.
Si se piensa que el mayor mérito de JC fue la resurrección y que esta fue su mayor originalidad, piense que siglos antes de JC, ya se habían narrado muchísimas historias, no de uno, sino muchos que resucitaron.
Volver a la vida después de la muerte se encuentra en las historias de Ulises en la Odisea (que copia Virgilio groseramente en la Eneida), Heracles rescatando al muerto Teseo, el mito de Orfeo y Eurídice, y Eurípides cuenta varias ( Protesilas y Alcestes), el cuento de Ceres y Proserpina, todos relatos anteriores a JC.
Actualizado 2025
Pablo Butler
Cervantes y la resurrección de Altisidora: aquí, del Quijote de la Mancha.