Los cuatro casos clínicos de Hahnemann

La precisión diagnóstica certera y el tratamiento más eficaz y definitivo
El lobo y la niña

Este es un extracto de la segunda carta a la Academia Nacional de Veterinaria para que la misma trate el tema de si es correcto o no que los veterinarios podamos utilizar homeopatía o cualquier terapia alternativa que se nos ocurra, porque el Colegio de veterinarios del Uruguay nos asigna la tarea de supervisores de las mismas.
Sí, así como lo lee, en el ítem 16, del artículo 13 del capítulo IV, del gran Reglamento de la ley de creación del CVU.
Los redactores: unos genios y los colegas veterinarios de las instituciones por las que pasó en la revisión del borrador hasta su votación definitiva, pobres distraídos no se dieron cuenta de lo que eso implicaba.

Imaginemos un colega que basa sus prescripciones en razonamientos como el que veremos a continuación:  se estudiará con lo que sigue nada menos que la manera como encaraba el mismo Hahnemann los casos, dándole una importancia mayúscula y esencial a los síntomas mentales y emocionales.

Puede leer el artículo que describe 4 casos clínicos atendidos por  el propio Hahnemann.

Atienda el grado de precisión en el diagnóstico de su problema médico, de lo que es o no importante y claro que se explica en el contexto, pero sería interesante que un homeópata veterinario convencido, nos ayude a descubrir cómo podemos aplicar estas directrices en nuestra práctica veterinaria, pero que se presente con un Repertorio en la mano, por favor, sino que no venga.

Tiene que tirar a la basura toda su formación curricular para aceptar y aplicar esto.

El artículo promete información exquisita y muy relevante. Su autor, distribuidor oficial y vendedor de un software de repertorización homeopática en cinco idiomas, se tomó el trabajo de investigación de esos cuatro casos clínicos detallados por Samuel y gracias a ellos podemos evaluar el grado de pericia médica del maestro y las bondades de sus preparados.

Esto es el ejemplo más cercano a cómo un homeópata, el Maestro, el modelo de referencia, encaraba los casos.

También se habla en el artículo del Repertorio de Boenninghausen, (el mismo usado para curar con homeopatía un absceso de una elefante por una homeópata veterinaria en la India de la que se dan detalles en la carta referida). Lea el artículo original que sigue, sino no entenderá su análisis.

https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-homeopatia-287-articulo-pensar-como-hahnemann-repertorizar-como-S1888852615000077

Análisis de los 4 casos de Hahnemann:

Los dos primeros casos se trataron de pacientes con estado de náuseas y dolor de estómago con o sin vómitos.
Podría titularse » La lavandera y el escribiente.» Léanlo.

El Dr. Hahnemann no es coherente incluso consigo mismo, explicando que como la lavandera es gruesa de verdad, robusta, le manda inicialmente para las náuseas, Bryonia SIN diluir, considerado la complexión, una hierba que se describe con efectos eméticos.

¿No era que cuanto más diluido era más potente?

La Sra. ni siquiera volvió a la consulta y Hahnemann manda un amigo a preguntar por ella y se toma por real y verdadero el reporte de mejoría contado por el amigo.

Hahnemann dice a propósito de este caso, «…el estado de ánimo es uno de los principales síntomas de las enfermedades »

Este rapidísimo efecto, coincide con los testimonios de efecto de los homeopáticos en minutos (u horas) de los colegas de la revista «Veterinarios», porque las náuseas desaparecieron, según el amigo. Gran trabajo.

El escribiente con vómitos también mejoró al día siguiente.

De la misma manera que la gente o un perro mejoran luego de un problema digestivo menor, cuidándose con las comidas.

Nada excepcional, pero el autor de la nota creyó interesante incluir este caso.

El tercer caso es el de una niña que se golpeó la cabeza y dice que vio un lobo. No le creen, le llaman «el lobo imaginario», ella se pone triste y resentida y al cabo de un mes aparentemente se le pasa.

Hahnemann cuenta que probó con cuatro remedios: Belladonna, Hiosciamus, Sulphur, por supuesto y Saccharum lactis.

Atender por favor la precisión de dosis y posologías.

El último caso es descacharrante. Ideal para leerlo en el asado con amigos el fin de semana.

Se trata de un comediante con dolor en la garganta e inflamación en el ano y describe lesiones, hemorroides incluidos.

No podemos acceder a todo lo conversado en la consulta, pero es posible que se conversara de hábitos a corregir del paciente, higiene local, etc.

Contó que tuvo un chancro en la región referida y que había sido quemado con una sustancia cáustica hacía 8 años.

Veamos la secuencia de remedios homeopáticos utilizados que fue la siguiente:

Belladona, Mercurio, Belladona nuevamente, vuelve al Mercurio, glóbulos de Azúcar de leche (saccharum lactis), Sulphur, olfaciones de Mercurio, glóbulos de Mercurio con agua y brandy, Saccharum lactis, Ácido nítrico y finalmente Saccharum lactis (el homeópata unicista).

«Continúa sano hasta la fecha» luego de estos 10 pasos usando uno u otros productos, repitiendo remedios, cambiando dosis, posología y vía de administración. ¡Después de tres meses!

Un verdadero caos, pero finalmente gracias a estas intervenciones de Hannemann y al cabo de tres meses (enero- marzo 1843), el hombre se encuentra sano.

Por favor leer el caso clínico. Que levanten la mano los veterinarios que encuentran racionalidad y ciencia en esto. Y no es broma. Léanlo.

Sin más comentarios.

Estos son los cuatro casos que alguien que quiere promocionar la disciplina y enaltecer la figura de su creador, eligió publicar en un artículo en una revista que tiene a la Homeopatía por Ciencia. Una maravilla.

Dr. Pablo Butler

Actualizado 2025

 

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