Las Coccidias: un parásito escondido
Hay un parásito pequeño que afecta sobre todo a cachorros y que además es específico de especie (cuando afecta a gatos no se transmite a perros y viceversa)
No se ven a simple vista en la materia fecal como otros parásitos comunes.
Se llaman Coccidias (más precisamente Isospora) y tampoco son detectables con los exámenes de materia hechos con las técnicas más simples (método de Willis-Molloy).
Por último, no podemos matar este parásito con las pastillas llamadas de amplio espectro para perros y gatos. Se necesitan drogas especiales para eliminarlas. Incluso las drogas recomendadas que, por el uso indiscriminado por criadores en cada nueva generación de cachorritos, se estima que hay problemas de resistencia y no están siendo lo efectivas que eran hace un tiempo. Esto fue tema de conversación con colega de la Cátedra de Enfermedades parasitarias de la Udelar.
Una coccidiosis puede estar en un cachorro alegre y juguetón siendo portador asintomático, hasta otro con diarreas de variada gravedad incluyendo en los peores casos la presencia de mucus y sangre en la materia fecal.
El daño intestinal que produce esta parasitosis se puede agravar con alteraciones de absorción de nutrientes y cambios en la flora intestinal con proliferación de bacterias patógenas e infección generalizada o sepsis y llevar a la muerte de los afectados. En algunos casos se presenta como una diarrea crónica que no responde a los tratamientos hasta que se hacen los exámenes diagnósticos y se usan los fármacos específicos. No hay que olvidar que este parásito también puede afectar a perros adultos y no es contagioso a personas.
Es una enfermedad clásica de los criaderos y extremadamente difícil de eliminar del ambiente cuando hay espacios como un jardín o caniles de piso rugoso complicados para desinfectar.
El daño intestinal que las coccidias producen suele requerir varios días de tratamientos de apoyo con fluidos, fármacos para la recuperación y nutrición especial para diarrea cuando no hay vómitos.
Por todos estos motivos antedichos pueden considerarse a las coccidias cuando no dan síntomas, como un parásito «escondido».
Un cachorro en apariencia saludable puede aun así tener coccidias y no las manifestará ni las mostrará en estudios de materia fecal hasta que su reproducción lleve a cierto número mínimo de huevos para ser observados por estudios de concentración.
La peligrosidad de las Coccidias es muy importante y el grado de daño puede ser funesto en cachorros pequeños.
Una ración de mala calidad, un cambio de dieta brusco, una indiscreción alimentaria, un ambiente con insuficiente higiene o un estrés, pueden hacer que el portador sin síntomas se vuelva un enfermo grave y todos éstos son ejemplos de factores catalizadores para la enfermedad.
No subestimemos las Coccidias. El problema será peor si hay cualquier otro trastorno de salud agregado que se de en conjunto con este.
En la foto de portada se observan ooquistes de Coccidias de un cachorro.
Interesante artículo aquí citado por 76 otros trabajos, elaborado por 5 autores, con 18 referencias bibliográficas y con evaluación con pautas estrictas de publicación. El sitio permite además traducción al español.
Los criaderos responsables deberían tener un profesional que se ocupe de diseñar un plan para el diagnóstico y control de todas las parasitosis incluyendo ésta en especial y que los encargados no vendan cachorros con enfermedades ocultas evitables de origen.
Dr. Manuel Figueroa y Dr. Pablo Butler
Actualizado 2024
Agradecimiento especial a la Dra. María Soledad Valledor por su apoyo siempre que la requerimos.
Adenda:
El error Chamberlain es justamente subvalorar la potencia destructiva del enemigo.