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Trastornos nutricionales en gatos
El gato rengo

¿Qué come su gato?A veces una omisión o cambio en los datos del cuestionario médico, aplaza o interfiere claramente un diagnóstico.
Trece gatos sino eran más, una se había caído de un muro y rengueaba desde ese entonces, a otra la había  atropellado una moto y estaba paralítica, una más se había salvado de un cáncer de rodilla con el que convivía hacía años. Uno flaco con nombre bíblico de pelo desgreñado y siempre de mal humor bufaba evitando que se le arrimaran los otros gatos de la casa.
Una siamesa joven fue la gota que derramó el agua del vaso. Un piquito de hueso nuevo en la placa radiográfica del hombro hizo que se repitiera la pregunta otra vez:
¿Estos gatos comen hígado? Y ahora sí se admitía el hecho.
“Pero si siempre comieron y nunca les pasó nada, ¿porqué ahora les caería mal?”.

La "Hipervitaminosis A "es un trastorno nutricional que se produce por darle de comer hígado a los gatos y conduce a una mineralización exagerada en sitios en los que puede causar trastornos en la función, por ello si ocurre en una articulación, el afectado tendrá desde una ligera molestia y dolor al desplazarse, hasta un crecimiento notorio de una parte de un hueso o incluso la fusión completa de los huesos involucrados en la articulación con inmovilidad absoluta.

De pronto el gato rengo no había caído de mala manera (¿donde se vio a un gato caer mal de un muro?), la imprudente gata de la moto no era tal y quizá ya estaba mal cuando ocurrió el accidente y el cáncer de hueso desapareció igual que le pasa a las que declaran éstos hechos milagrosos hablando en portugués y echando fuera a los demonios por la radio en las madrugadas.

Otro desorden nutricional que está casi en vías de extinción es el "Hiperparatiroidismo nutricional secundario". Esta enfermedad se desencadena como concecuencia de alimentar en base a carne casi en forma exclisiva a los gatitos en crecimiento, sin el suplemento de minerales imprescindible correspondiente. En estas condiciones, un par de glándulas ubicadas en el cuello  desarrollan un trabajo sobre el metabolismo del Calcio de manera que el gatito crecerá con huesos frágiles y quebradizos lo que suele terminar por un salto corriente o una caída con fracturas  de columna y en concecuencia lesiones neurológicas graves.

Los trastornos nutricionales por exceso o por defecto, son cada vez menos frecuentes cuando se utilizan alimentos comerciales de buena calidad en lugar de darle al gato lo que uno cree que más le gusta. Una cantidad diaria pequeña de algo no conveniente puede generar un problema mayúsculo e irreversible.



Manuel Figueroa y Pablo Butler


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