Puede ocurrir que un perro muy peludo disimule una pérdida de peso, puede que su dueño no se percate de este hecho, pero una disminución de más de un 10% de su peso es un dato muy importante que puede señalar un trastorno orgánico serio escondido. Para detectar este problema hay que llevar un registro del peso óptimo para ese individuo y comparar con el peso actual. Si está gordo, anotarlo y diseñar un plan de adelgazamiento para llegar al peso ideal para ese perro o gato; si está flaco y en el caso que no haya una enfermedad evidente que explique la disminución de peso, deben extraerse muestras para estudiarlo “por dentro”, averiguar la causa y corregirla.
En ocasiones esta pérdida de peso es un aviso de algo sencillo como una enfermedad parasitaria o mala alimentación, dos causas de fácil solución, en otros casos es algo así como un rompecabezas algo más complicado que el veterinario debe resolver. No se deje estar si nota que su perro o gato adelgaza sin motivo aparente, tráigalo para determinar su peso óptimo y hacer un plan sanitario adaptado a sus necesidades particulares.