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Cuidados después de una cirugía Protección de la herida |
Un error común es pensar que una cirugía termina cuando se cierra la piel y se da el último punto de sutura; pero ¿qué pasa después? Podría llegar a afirmarse que la cirugía no termina hasta que pasan las primeras veinticuatro o cuarenta y ocho horas después de la misma y uno está entonces tranquilo que no surgen complicaciones de ninguna clase.
La boca del perro tiene una población bacteriana de entre doscientas a cuatrocientos tipos diferentes de bacterias, según el grado de enfermedad periodontal que tenga y se sabe que alrededor del 85% de los perros y gatos de más de tres años presentan algún grado de ésta enfermedad de la boca. El perro naturalmente se lame las heridas y como es costumbre en los buenos perros, también se lamen el ano luego de hacer sus necesidades y se lamen las manos y patas si les pican. Por lo tanto una medida que impida el contacto de la boca con la herida quirúrgica, es de gran beneficio para la cicatrización correcta de la misma.
El Collar isabelino que debe su nombre a los exagerados cuellos de la vestimenta de la Reina Isabel I de Inglaterra (1533-1603), aunque incomode un tanto al paciente y al propietario, evita el lamido perjudicial de la herida y cuida el trabajo del cirujano. Diez a quince días con Collar isabelino valen más y cuestan mucho menos que todas las complicaciones de una herida abierta, infectada o una resutura innecesaria, por solo el capricho de no utilizarlo.
Por ser más precisos, consideramos que el trabajo de la cirugía termina en realidad cuando se le quitan los puntos de sutura, esto es, dos semanas posteriores al momento que se colocaron, aunque esto también es discutible.
Pablo Butler y Manuel Figueroa
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