Un aspecto a tener en cuenta en la consulta médica es la presencia de tres realidades simultáneas, todas ellas legítimas según el observador.
La primera: la del enfermo:¿por qué lo trae? y ¿qué tiene? En el caso de nuestros pacientes, perros y gatos, lo que padece ese individuo, algo único que le sucede solo a él, fácil o difícil, pero la realidad misma, el enigma.
En segundo lugar lo que el dueño de ese animal cree que tiene, lo que interpreta, lo que ha  visto, lo que se imagina que le ocurre a su mascota y que está dentro de lo que su experiencia le señala y un vecino tuvo un perro que tenía lo mismo, o parecido y ¡qué sé yo! debe ser eso; y lo que finalmente comprende.
Por último está lo que el médico recibe del dueño del animal como síntomas e historia clínica y lo suma a todo lo que puede reunir con el examen clínico y estudios de laboratorio para abrir un abanico de posibilidades cómo un árbol de múltiples opciones, de las cuales de todo lo que ve, solo un cruce de ramas es el verdadero; no lo que se le parece, sino la verdad misma y que mientras transcurre la tarea diagnóstica es como el armado de un puzzle.
Lo ideal para todo paciente es que esas tres percepciones confluyan en una o se acerquen lo más posible a constituir una sola entidad.


Una tarea cómo la del mismo Jean François Champollion, con aquella piedra encontrada en Egipto en tiempos de Napoleón cerca de Alejandría: la Piedra de Rosetta.
Escrita en tres idiomas extraños y que luego de mucho trabajo de investigación constituyó la clave para desentrañar los antiguos jeroglíficos egipcios.
A la manera de Champollion, transformar los tres fragmentos en una realidad nueva, constituye un gran paso para brindar a nuestros pacientes el tratamiento que necesitan.

Pablo Butler

Las medidas exactas, las proporciones idénticas, no quisimos competir en los frescos de las paredes. Todo para que la misma energía que se dice que concentran en su interior las pirámides y que manejaban los sabios de la antigüedad: en cada baño, en cada recorte y esquila, ponemos nosotros esa energía para que estos trabajos se hagan de la mejor manera.
Nefertiti también sería socia de Cálice.