El problema de las alergias

En toda tanda publicitaria televisiva, es casi una ley contar siempre con unos cuantos avisos sobre manchas, suciedad, olores y uno que promete el exterminio del 99,9% de las bacterias.
Es un clásico, una mujer luchando contra los enemigos de la pulcritud y la desinfección.
Hay otra plaga que casi no hay lugar donde no está presente. Son unas microscópicas “arañitas” que se conocen como los ácaros del polvo doméstico; el Dermatophagoides pteronyssimus y otros con nombres difíciles que, aunque no los veamos, están allí.
Haciendo un experimento con el polvo de la aspiradora se llegan a contar unos quince de estos animalitos en un portaobjetos de poco más de 7x2 centímetros y en una muestra del polvo de arriba de una heladera, suelen encontrase uno o dos ejemplares moviendo sus patitas.
¿Cómo llegaron hasta allí? 
Son tan pequeños, que barriendo en cualquier casa, el polvo levantado les permite quedar suspendidos en el aire por un tiempo.
¿Quién no ha visto un haz de luz en una habitación, como una espada filosa de polvillo flotante cortando la oscuridad?
Cuando hay mayor humedad estas criaturas encuentran agradable aparearse y su número se multiplica.



La segunda causa de dermatitis alérgica en los perros es precisamente la producida por las partículas inaladas de polvo, pólenes y restos de estos ácaros muertos. Se ha llegado a demostrar que también ingresan al cuerpo en forma transdérmica o sea a travéz de la piel, no los ácaros, sino las partículas antigénicas de los mismos.
Éste tipo de alergia se llama dermatitis atópica o atopía y produce gran picazón en quien la padece. Lamentablemente en muchos casos, los síntomas hacen indistinguible éste tipo de alergia de la producida por alimentos y puede ocurrir incluso que coexistan los dos problemas en un mismo paciente, lo que dificulta el diagnóstico. Muchos fracasos en el manejo de las enfermedades alérgicas se deben a que no se exploró la posibilidad de una alergia al alimento y se confía exclusivamente en el uso de medicamentos para la picazón.


El frotado de la cara, la picazón en las orejas, el lamido de las patas e infecciones de piel que se repiten, entre otros síntomas, son señales a tener en cuenta.
Por el momento no existen acaricidas que puedan utilizarse con éxito para su exterminio sin riesgo para la salud humana.
Como sugerencia para el caso que su perro padezca el problema en grado severo: pase el trapo húmedo para disminuir la cantidad de polvo y puede ser útil el uso de un deshumificador de ambiente para desestimular la reproducción de estos bichitos.
Por otro lado, se pueden utilizar un nuevo tipo de comidas que permiten saber qué grado de picazón se debe al alimento o su perro es atópico y no responderá a la prueba (por supuesto que deberá mantenerlo sin pulgas y garrapatas, siempre).


Éste tipo de alimentos del que hablamos se le conoce con el nombre de “dietas con la proteína hidrolizada” y constituyen la base de un test alérgico que dura entre 40 y 60 días. La proteína esta procesada de tal manera que es extremadamente difícil que sus componentes causen problemas y es lo último que se ha desarrollado en alimentos para pacientes alérgicos.
Es fundamental que se haga esta prueba, ya que en ciertos casos brinda la respuesta que buscamos, porque de microbios y alimañas del estilo ya tenemos bastante con unos pocos minutos de TV diaria.

Manuel Figueroa y Pablo Butler